viernes, 16 de abril de 2010

Ristorante Gran Caffè Quadri


Viernes, 16 de abril de 2010

Amigos de La Tana, semana gris, ¡toda la semana!

Esta bonita foto con un barco con vela en el horizonte, nos podría engañar. Pero no, es del domingo pasado.

Nuestro amigo Alfonso nos ha visitado para una gestión profesional –seguros- y ha aprovechado la ocasión para comprobar que Juan sigue preparando el Clásic’s Alfonso –trago moderno, de la nueva escuela de Javier de las Muelas- con un toque genial, que golpea en el recuerdo y obliga a repetir visita.

Que el día esté gris y haya poco sol, no impide que cuando nuestro Antonio se asoma al Paseo de la Barra, ya parece que todo se ilumina. Las casitas de Cabo Palos, allí al fondo, se ven más bonitas, como hermosas son las Amigas de La Tana, a las que atiende el amigo Ortuño.

Aprovechando que el ambiente está relajado, le hemos sonsacado alguna información sobre su viaje vacacional. Recordemos que se fue nada menos que a ¡Venecia!

-En Venecia por un capuchino ¡me cobraron 8,50 €!, -comenta Antonio.

Nos sorprendió un poco, pero claro, enseguida descubrimos que se trataba, nada menos, que del famoso

Ristorante Gran Caffè Quadri

local del que hemos leído cosas como:

“Elegir el Quadri significa saborear el atractivo y la elegancia del único restaurante en Plaza San Marco y descubrir la vitalidad de la vida veneciana desde las mesas del Café bajo los pórticos del Doscientos. Los colores, los sabores, el cosmopolitismo de la antigua Serenissima están cerrados desde hace siglos en el Ristorante Gran Caffè Quadri, cruce del fin del Setecientos a hoy del destino de los venecianos y de los personajes que han residido en esta extraordinaria ciudad.”

“El Quadri es un café y un restaurante de refinados placeres gastronómicos que por tradición acoge con cortesía a los clientes internacionales y venecianos que buscan la calidad del gusto y del servicio. Gracias a este sito podréis visitar virtualmente los locales y las atmósferas del Quadri, empezando a respirar el ambiente veneciano y a conocer algunas anécdotas de sus personajes que han caracterizado la larga historia de este antiguo, exclusivo local”.

¡Menos mal que no se quedó a cenar!

Descubrió también,

además de La Fondamenta de La Tana, que en Venecia, y según parece, es zona de historias y relatos sobre hechos más o menos fantasiosos de tiempos pretéritos, un trampantojo –palabreja muy de moda actualmente en los menús modernos- muy original.

Sorprendido se quedó, viendo unos estupendos salmonetes en un escaparate, de lo que imaginó sería una pescadería.

Claro que, cuando vio también, mezclado con los salmonetes, este surtido de frutas, ya se intrigó y pronto descubrió que estaba frente a a vitrina de una “pastelería”, y todo lo expuesto, ¡era mazapán! Lo que se aprende viajando.

En Cabo de Palos, en los escaparates los salmonetes no son de mazapán. Claro que Dionisio siempre tiene que salir corriendo cuando ve llegar los barcos, pero no se queda sin salmonetes.

Además –prueba de ello es lo que vemos en la foto- suele salirse casi siempre con la suya. Cuando visita Murcia, suele tomar la paletilla del Morales, que considera plato delicadísimo e inigualable en otros locales. Pues bien, después de probar la de la foto, exclamó:

-¡Ya no hace falta ir a Murcia!

En realidad, el Oscar Tobía también maridaba de película, todo hay que decirlo.

Amigos de La Tana, el fin de semana se anuncia gris, pero entre Antonio, los salmonetes, la paletilla y lo que haga falta, conseguiremos ver el día luminoso y Antonio –el hermano de Ceferino- nos avisará para que veamos a los barquitos entrar y salir.

¡Os esperamos!

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