Semana tormentosa. El día de Navidad amaneció con temporal. Lo que
vemos en la foto parece un trozo del
Apolo XI.
El domingo anterior, el
ambiente estaba más calmado. Incluso nos visitó una oleada de valientes andarines. Y lo que vemos al fondo a la
izquierda, es lo que se nos antojaba un
trozo de cohete espacial, cuando en realidad se trata de una boya que
dejaron los de salvamento marítimo hace unos días.
Después de la tormenta viene la calma. Así de bonito amaneció
esta mañana.
Los
amigos, expertos en temas
marinos -además de otros- ya nos advirtieron de que todo pasa. Lo mejor es
pasar un ratito en buena armonía, a
la hora del aperitivo.
Efectivamente, con buen
tiempo, el Paseo de la Barra se
anima...
La
familia nos visita, y el arroz que no falte. ¡Feliz Navidad!
Las
vitrinas, con poca carga, pero variada.
Y nosotros... pues eso; ¡siempre en la tarea! Probando los
productos; que si el tomate esta duro, la cebolla algo verde, las aceitunas
amargas, a los langostinos les falta un chispin de sal... ¡el trabajo diario!
Hoy ha tocado arroz negro. Con sepia, alcachofas y
pimiento, que ha resultado en su punto. Si llega a venir hoy Carlos
Maribona -sabemos que ha estado por la región repartiendo estrellas y algún
que otro purito- triunfamos.
Mohamed
Moussa, nuestro experto en pescados,
estaba algo preocupado pues se encargó un
nuevo curso y, con todas las historias que aparecen estos días sobre el
tema, ya le parecía que no lo iba a recibir.
Pero sí, ¡llegó el curso! Seguro que le será
útil. Por mucho que uno sepa, siempre se
descubre algo nuevo.
¡Se me olvidaban las pelotas! En la Navidad, en Cabo de Palos
hay que comer pelotas, son una
especie de cocido local.
Pelotas en La Tana.
Pelotas en la
casa... Pelotas por todas partes.
¡No fallan!
Nuestra amiga Fina, en su blog Cuina
Cinc, nos habla de la "escudella
catalana", riquísima sopa de
Navidad, que también lleva pelota, pero no tanta.
En Cabo de Palos, con lo de las pelotas, ganamos.