viernes, 30 de mayo de 2014

La Cerdanya


Dionisio, siempre avizor, no descuida las vitrinas.





Tomate raf, bonito salado y aceitunas partidas, con salmonetes recién pescados, fritos crujientes y una copita de Lealtanza, es un simpático aperitivo que, dentro de su simpleza, tiene adictos.


Nuestro amigo Juan Regis, enamorado de la cocina y propietario en la actualidad del Restaurante La Cerdanya, nos ha visitado, en familia, para recordar tiempos pasados cuando incluso llegó a colaborar con nosotros.


Juan Regis en acción.


Clientes –y amigos- satisfechos, en el Restaurante La Cerdanya, en 2001



Clientes –también amigos- y, al parecer,  también satisfechos, en el Restaurante La Tana, en 2014.



Mañana salen rumbo a Alemania. Los que estamos en la tercera juventud, siempre nos encanta, además de soñar con el futuro, dejar buenos recuerdos del presente.
  
Postales antiguas

A primeros de mes decidimos abandonar lo de las postales antiguas, para no hacernos pesados con el tema. Pero, ¡oh, sorpresa!, el fin de la semana pasada descubrimos en ABABOL, de La Verdad, un bonito reportaje de Alexia Salas, donde, además de unas bonitas postales,



leemos: “El encanto retro de las tarjetas postales renace con el auge del coleccionismo y su valor como testimonio de paisajes costeros que ya no existen”.

Esto me anima rebuscar y colocar una de Cabo de Palos y, como La Manga es más larga, dos. No son muy antiguas, pero el paisaje ya cambió.

Cabo de Palos (sin puerto y sin el Miramar)

Hotel Galúa, 1967

Campo de Deportes y  Plaza de Toros


2 comentarios:

  1. Sebastián, ¡me encantas esas postales!

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    1. Amigo Javier:
      No me extraña que te gusten. Un experto como tú, sabe apreciar.
      Un saludo,
      Sebastián Damunt

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